domingo, 7 de abril de 2013

NATIVOS DIGITALES


Los Nativos digitales. Líneas para una educación
Lic. Ruben H. Gumilla

Resumen

Una generación, no simplemente está asociada a la edad sino que se entiende en función del conjunto de valores, comportamientos y mandatos generacionales.

Quiénes son? Un grupo muy diverso de niño/as, adolescentes y jóvenes, en contacto directo y casi permanente con las TICs que provocan una influencia muy trascendente en su vida.

A partir de estas y otras características, esta generación plantea nuevos desafíos para la educación tanto familiar como escolar. Aquí exponemos líneas para este importante desafío.

 

1.       Quiénes son los “Nativos Digitales”?

La expresión nativos digitales (“digital natives”) fue acuñada por Marc Prensky  en un ensayo titulado “La muerte del mando y del control” (2001), donde los identificaba con aquellas personas que han crecido con la Red y los distinguía de los inmigrantes digitales (“digital inmigrants”), llegados más tarde a las TIC.

Acercándonos al área de la psicología, el nativo digital en su niñez ha construido sus conceptos de espacio, tiempo, número, causalidad, identidad, memoria y mente a partir, precisamente, de los objetos digitales que le rodean, pertenecientes a un entorno altamente tecnificado. Hay quien sostiene que el crecimiento en este entorno tecnológico puede haber influido en la evolución del cerebro de aquellos individuos.

 

2.       Innovación educativa en las escuelas.

En el campo educativo, los estudiantes de hoy en día no se corresponden ya con aquellos para cuya enseñanza fueron creados los sistemas educativos tradicionales.

Marc Prensky se preguntaba « ¿Cómo deberíamos llamar a estos “nuevos” estudiantes de hoy? Algunos se refieren a ellos como la Generación-N [por Net] o Generación-D [por Digital], pero la designación más útil para ellos muy posiblemente es Nativos Digitales. Nuestros estudiantes de hoy son todos “hablantes nativos” del lenguaje digital de los ordenadores, los videojuegos, e Internet. »

 Este autor enfrenta al nativo digital (alumno tecno-competente) y el inmigrante digital (la escuela tradicional) para mostrar que la simple reproducción de los métodos que funcionaron en el pasado está condenada al fracaso, y provocará sólo el desinterés. Sugiere apoyarse particularmente sobre el potencial que entrevé en el uso de los videojuegos en contexto de aprendizaje. Pone de relieve su capacidad de motivar al joven, y hacerlo activo aprovechando un modo de aprendizaje que refuerza la autonomía y el pensamiento reflexivo. Más generalmente, subraya la necesidad para la institución escolar de abrirse a formas de aprendizaje informal, y propone reformar la pedagogía vigente en las escuelas desarrollando un entorno de aprendizaje más motivador y acorde con las capacidades de esta nueva generación.

 También plantea repensar la currícula conservando solamente lo que es útil, y asociar al futuro las temáticas y conocimientos.

No se trata de cambiar solamente temas y contenidos, tendiendo a espacios multimedia, sino la forma de abordarlos, presentarlos y dinamizarlos. No debemos caer en el error de suponer que el único lenguaje del aprendizaje es el que monopolizamos los inmigrantes digitales y, por el contrario, teniendo cierta apertura de miras debemos considerar esos nuevos lenguajes derivados del uso de los ordenadores, Internet y los videojuegos.

Respecto a los contenidos, las líneas básicas de adaptación deben tener en cuenta y ponerse en práctica con el objetivo de aprovechar el conocimiento colectivo. El desarrollo y explotación del conocimiento colectivo es uno de los logros más destacados de la denominada Web 2.0 y se logra gracias a las siguientes acciones:

Crear contenidos por parte de los usuarios, acceder a la información existente, reflexionar y llegar a conclusiones para posteriormente plasmarlas en contenidos de producción propia (blogs y wikis). Los usuarios registran su conocimiento y crean nueva información.

• Compartir objetos digitales (vídeos, fotografías, documentos, enlaces favoritos,…).

• Recopilar información: clasificar, estandarizar, comentar, valorar/puntuar (“rating”), etiquetar (“tagging”) y actualizar contenidos digitales existentes.

· Incorporar el video como formato de comunicación.

• Usar el trabajo colaborativo para la creación de nuevos recursos de conocimiento.

• Otras acciones socio-colaborativas.

El nuevo rol del educador:

En este nuevo escenario el educador debe modificar su rol en el proceso de aprendizaje, convirtiéndose en el organizador de la interacción entre los estudiantes y los objetos de conocimiento, en el generador de interrogantes, estimulando permanentemente a los alumnos en la iniciativa y en el aprendizaje activo con creación, comunicación y participación. Debe guiar los procesos de búsqueda, análisis, selección, interpretación, síntesis y difusión de la información.

Toda esta evolución podría resumirse en el siguiente esquema comparativo de entornos de aprendizaje.

Entornos de aprendizaje.
Modelo Clásico
Nuevo Modelo
Conocimiento y aprendizaje
Estructurado, controlado
Adaptable, dinámico
Teoría de aprendizaje
Conductismo, cognitivismo
Constructivismo social, colectivismo
Comunicación
Uno a muchos
Muchos a muchos
Pedagogía
Aprendizaje lineal
Nuevos ambientes
Enseñanza memorística
Construcción social del conocimiento
 
Centrado en el profesor/contenido
Centrado en el desarrollo del alumno
 
Gestionado por el profesor
Gestionado por el alumno
 
Educador transmisor
Educador  mediador
 
Organizado en clases y asignaturas
Basado en actividades y experiencias
 
Competición e individualismo
Participación y colaboración
 

 

García, Portillo, Romo y Benito plantean un modelo típico de construcción cooperativa del conocimiento con los siguientes pasos que forman el proceso formativo:

1. Búsqueda de información en la web.

2. Diálogo, análisis y reflexión compartida en clase.

3. Trabajo individual.

4. Selección y clasificación de material teórico.

5. Producción de nuevos materiales.

6. Simulación práctica.

7. Exposición de los materiales para valoración grupal.

8. Evaluación.

9. Difusión de los resultados.

 

Marcela Momberg comparte su experiencia educativa y enumera una serie de vías de acercamiento que en su caso han sido exitosas:

 1.- Creación de un blog comunitario, suelo usar wordpress, permitiendo que mis alumnos puedan libremente levantar comentarios, los que son validados por sus compañeros.

2.- Creación de un canal Youtube personalizado: donde se suben videos interesantes que se encuentran en la web y las creaciones originales de ellos. No sólo aprenden de manera entretenida sino que también generamos un aprendizaje colaborativo.

 3.-Generar un directorio digital de fuentes confiables: Uno de los grandes desafíos de los educadores está en cómo guiar, orientar a nuestros alumnos en la gigantesca nube de conocimientos, imágenes, videos que se crean continuamente.

4.- Uso de redes sociales en el proceso de aprendizaje: Sea la red que elijan, Twitter, Facebook, Tuenti, Pinterest, Instagram, lo fundamental es la interacción constante con nuestros alumnos y apoderados (suelo incorporarlos siempre).

3.       Líneas de acción para padres.

Los padres de niños y adolescentes se están cuestionando en estos días. ¿Cuánto tiempo pueden o deben permanecer delante de la pantalla? ¿Debo o no debo revisar sus e-mails? ¿Cómo controlo que no vean pornografía? ; entre otras cuestiones vinculadas a la tecnología y el ciber espacio.

Jordi Busquet, sociólogo y principal investigador de un reciente estudio sobre la brecha digital entre adultos y adolescentes ha recomendado que lo óptimo es que los adultos “acompañen” a los jóvenes, aunque les pueda resultar difícil, puesto que el miedo y la prohibición no ayudan a los adolescentes, quienes pueden perder la confianza en los padres y camuflarse casos más graves como el asedio, que también han detectado.

Lo primero que habría que afirmar es que ya no es posible y ni siquiera deseable pretender que los hijos vivan alejados de la tecnología, pero donde debemos cuidar los excesos y comportamientos inadecuados en este ámbito.

Roberto Balaguer y Cristina Canoura explican en su libro que muchos de los juegos que se juegan a través de internet exigen el desarrollo de habilidades que serán necesarias en la vida adulta y que desde ese punto de vista son positivos para los chicos y que por otro lado las tecnologías permiten socializar a chicos que de repente son muy tímidos y en otros ámbitos quedan completamente excluidos.

Como ellos mismos dicen “Queremos acercarles orientaciones, criterios, pautas y también direcciones de sitios en los que puedan profundizar para sentirse más seguros en su rol de padres de nativos digitales”. Entre sus pautas útiles destacan:

 -Explicita que no todos los contactos en línea son confiables, aunque lo parezcan.

 -Enseñarles y recordarles que no deben dar ningún tipo de dato personal o familiar a través de la red a un desconocido y mucho menos a quien se muestre insistente.

 -Enseñarles a proteger su información personal y familiar con el uso de contraseñas seguras y a no suscribirse a sitios sin permiso de los padres.

 -Enseñarles a no publicar fotografías en lugares públicos.

 -Chequear en conjunto los criterios que utilizan ellos y sus pares para admitir nuevos contactos en las redes sociales y discutir al respecto.

 -Hacerles saber que no pueden programar encuentros cara a cara y que en caso de hacerlo deben elegir un lugar público y pedir que alguien los acompañe.

 Un aspecto no menor a tener en cuenta es que señalan que estudios internacionales concluyen que los niños más vulnerables desde el punto de vista sicológico, social y familiar son también los más vulnerables en internet. Esto implica que muchos de los recaudos que tomamos en la educación en general de los chicos serán útiles a la hora en que éstos se enfrenten a la tecnología.

 Alertan sobre el hecho de que somos los adultos quienes tenemos que evitar que la computadora se transforme en niñera digital y que esta no debería ubicarse en el dormitorio de los chicos sino preferentemente en un lugar de circulación de la casa, aún que quede antiestético.

 Sobre la “adicción” que generan los videojuegos explican que “la sensación de dominar la situación, el sentimiento de éxito resulta fundamental para que niños y adolescentes se enganchen. Señalan que los videojuegos están basados en sistemas muy bien pensados de recompensas y gratificaciones escalonadas según la experiencia del jugador. De esta forma, logran mantener siempre la atención y la motivación.

El psiquiatra francés Serge Tisseron, director de investigaciones de la Universidad de París Ouest Nanterre, ha propuesto la Regla 3-6-9-12 para orientar a los padres respecto al uso adecuado de la tecnología según la edad de los hijos y cuyos criterios han sido divulgados por la Asociación Francesa de Pediatría Ambulatoria (AFPA). Los puntos son los siguientes:

 1. Evitar las pantallas antes de los 3 años. El niño menor de 3 años no gana nada al exponerlo con frecuencia a las pantallas.

 2. No utilizar consolas de juegos portátiles antes de los 6 años. Los videojuegos acaparan toda su atención en detrimento de otras actividades como la lectura, los juegos al aire libre e incluso el tiempo que pasa con sus amigos, sus papás y sus hermanos.

 3. Nada de Internet antes de los 9 años y cuando deba ingresar estar acompañado de un maestro o de los papás quienes deben explicarles las tres reglas básicas del uso de Internet. Todo lo que se publica allí puede caer en el dominio público; todo lo que se sube a Internet quedará allí eternamente, y no todo lo que se encuentra allí es de fiar, por lo que deben consultarse otras fuentes porque no siempre es verdadera la información que se publica en la Red.

 4. Internet sólo a partir de los 12 años. Los chicos podrán ingresar solos a partir de esa edad, pero su utilización debe ser con prudencia, los padres deben acompañarlo y definir reglas de uso, horarios y utilizar controles parentales.

 Estos criterios son una excelente guía para aplicar de acuerdo con las edades de los hijos. Pero no son la única solución, muy importante es que los padres busquen alternativas para el uso del tiempo libre, de modo que los hijos estén ocupados en muchas otras cosas y la tecnología no acapare toda su atención. ¿De qué le sirve a un niño estar tres o cuatro horas dedicado sólo a ver fotos o a chatear en Facebook? Podría aprender un idioma o leer un buen libro, deportes al aire libre, leer, cocinar, los juegos de mesa, actividades de servicio social, etc.

En síntesis podríamos citar algunos principios a los que deben recurrir los padres para facultar a sus hijos en el buen uso y manejo de las diferentes posibilidades que ofrece la web.

 1. Tomar parte activa.  Es frecuente encontrar que algunos padres se consideren “invalidados” en estos temas de tecnología y se escuden en pretextos facilistas como por ejemplo que nacieron en otra época o que nunca podrán lograr el conocimiento que tienen los chicos de hoy. Esta actitud pasiva puede conducir a riesgos inevitables que lamentarán más tarde, pues dejar solos a los hijos en este camino, es un gran error.  Urge que los padres se empapen de todo este universo virtual, que conozcan en cabeza propia qué es un chat, una red social, un correo sospechoso, un juego on-line que parece confiable pero que lleva a insinuaciones nocivas, una página web pornográfica que aparece en medio de una sana búsqueda de una tarea escolar. Recordemos que hay tantos peligros en las calles, como en las computadoras. Por eso no está de más actualizarnos en el uso de filtros y bloqueos que garanticen que nuestros hijos no tengan acceso a determinadas páginas.

 2. Llegar a tiempo.  Los padres sabemos que hay temas “obligados” en la formación de los hijos (educación sexual, drogas, alcohol, amigos, proyecto de vida, etc.) en los cuales somos los primeros educadores. Pero el uso de las nuevas tecnologías también ha tomado un lugar en este grupo de conversaciones que requieren abordarse a tiempo.  No es la intención demonizar ni tachar de maléficas las herramientas tecnológicas, pues queramos o no, éstas hacen parte de su vida y en la actualidad, también de la nuestra, con todos los beneficios que esto representa. Lo que se debe hacer, es presentar a los hijos el repertorio de situaciones con las que pueden toparse en la web y ponerlos en situación de “pensar” qué podrían hacer o como deberían actuar, para juntos establecer pautas. Lo anterior es saludable porque no sólo los entrena gradualmente en la toma de decisiones y de postura crítica frente al ambiente, sino que les hace saber que no están solos, que los padres estamos ahí para acompañarlos, antes de que ellos se vean envueltos en situaciones que no tienen la madurez para resolver.

 3. Mejor educar que prohibir.  Lo prohibido se convierte en tentación; es una realidad irrefutable. Además sería ilógico y contraproducente prohibir el uso de la computadora a un niño en pleno siglo XXI, cuando son tan estupendas las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías.  Lo anterior saca de nuevo a relucir la importancia de “educar” en el uso de estos medios, de brindarles a los hijos el acompañamiento y los instrumentos necesarios para hacer de la tecnología una aliada de la formación y del sano esparcimiento.

 4. Lo bueno y lo malo en el mundo real, también lo es en el mundo virtual.  Esto es obvio, porque el internet al ser una invención humana tiene todo lo bueno y lo malo que ha producido la humanidad. En este punto podemos apoyarnos en una de las armas educativas más poderosas que tenemos y que tienen nuestros hijos, que es la conciencia. Esa voz interior que nos dice que algo está bien o mal.  La privacidad y el derecho a la intimidad por ejemplo, son válidos en lo real y en lo digital. ¡Internet sí que tiene memoria! Todos sabemos que difícilmente se borra lo que allí queda consignado sobre una persona.  El mismo criterio se aplica a la correcta expresión de nuestras ideas y a todo lo que tenga que ver con nuestra libertad personal. Al igual que en el mundo real, las apariencias en la red pueden ser engañosas, aunque más difíciles de desenmascarar. Hay que explicar a los hijos que muchas veces creemos que el mundo virtual ofrece libertades personales que no se pueden tener en el mundo real, como es mentir acerca de la identidad, pero en últimas, al igual que en la vida real… ¿Quién engaña a quien? ¿Son esas las relaciones personales que gratifican y que te hacen mejor persona?

 5. Enseñar el concepto de privacidad y el cuidado de sí mismo.  Además de tomar medidas en casa para controlar el uso de la computadora, y de no ubicar estos aparatos dentro de las habitaciones de los niños, se debe educar en valores y virtudes que harán de los hijos personas maduras y autónomas, pues está claro que los padres no pueden estar controlando qué hacen sus hijos en todo momento. Un claro concepto de la privacidad, del pudor y del cuidado de sí mismo, son claves para que los hijos aprendan a desarrollar su criterio propio.  La meta es lograr que los hijos puedan identificar cuándo hay una situación de riesgo y el momento de abandonar esa conversación o esa acción perjudicial.

 6. Promover la autoestima.  Estimular en los niños la autoestima, les ayuda a tomar decisiones asertivas, a desenvolverse con seguridad, a expresar adecuadamente sus sentimientos, a tener el valor suficiente para enfrentar dificultades; todo esto hace que disminuyan las probabilidades de caer en circunstancias adversas.  La seguridad en sí mismo y la propia valoración se logran entre otras, gracias al ambiente familiar positivo y sólido en el que se desarrollen los seres humanos.

 7. Generar confianza y vías de comunicación.  Para finalizar, uno de los principios cardinales en la educación: el diálogo. Nada más fructuoso que una relación de confianza entre padres e hijos, que goce de líneas abiertas de comunicación, de forma que cuando algo ocurra, los hijos tengan pleno acceso a sus padres.  Cuando los niños callan, puede deberse a la falta de confianza que hay en la relación con sus padres o al temor de recibir reproches, en lugar de amor y comprensión.

 

4.       Bibliografìa:

·         Balaguer y Canoura, Hiper Conectados: Guía para la educación de los nativos digitales. Aguilar.

·         Felipe García, Javier Portillo, Jesús Romo, Manuel Benito .Nativos digitales y modelos de aprendizaje. Universidad de País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU). Disponible en: http://spdece07.ehu.es/actas/Garcia.pdf

·         Los siete principios para educar a los hijos en el uso de las tecnologìas. Disponible en: http://www.lafamilia.info/

·         Estrada, María L. Poniendo reglas a los Nativos Digitales. En http://www.lafamilia.info/