Los Nativos digitales. Líneas para una educación
Lic. Ruben H. Gumilla
Resumen
Una generación, no simplemente
está asociada a la edad sino que se entiende en función del conjunto de
valores, comportamientos y mandatos generacionales.
Quiénes son? Un grupo muy diverso
de niño/as, adolescentes y jóvenes, en contacto directo y casi permanente con
las TICs que provocan una influencia muy trascendente en su vida.
A partir de estas y otras
características, esta generación plantea nuevos desafíos para la educación
tanto familiar como escolar. Aquí exponemos líneas para este importante
desafío.
1.
Quiénes
son los “Nativos Digitales”?
La expresión nativos digitales (“digital natives”) fue acuñada por
Marc Prensky en un ensayo titulado “La
muerte del mando y del control” (2001), donde los identificaba con aquellas
personas que han crecido con la Red y los distinguía de los inmigrantes digitales
(“digital inmigrants”), llegados más tarde a las TIC.
Acercándonos al área de la psicología, el nativo digital en su niñez
ha construido sus conceptos de espacio, tiempo, número, causalidad, identidad,
memoria y mente a partir, precisamente, de los objetos digitales que le rodean,
pertenecientes a un entorno altamente tecnificado. Hay quien sostiene que el
crecimiento en este entorno tecnológico puede haber influido en la evolución
del cerebro de aquellos individuos.
2.
Innovación
educativa en las escuelas.
En el campo educativo, los estudiantes
de hoy en día no se corresponden ya con aquellos para cuya enseñanza fueron
creados los sistemas educativos tradicionales.
Marc Prensky se preguntaba «
¿Cómo deberíamos llamar a estos “nuevos” estudiantes de hoy? Algunos se
refieren a ellos como la Generación-N [por Net] o Generación-D [por Digital],
pero la designación más útil para ellos muy posiblemente es Nativos Digitales.
Nuestros estudiantes de hoy son todos “hablantes nativos” del lenguaje digital
de los ordenadores, los videojuegos, e Internet. »
Este autor enfrenta al nativo digital (alumno
tecno-competente) y el inmigrante digital (la escuela tradicional) para mostrar
que la simple reproducción de los métodos que funcionaron en el pasado está
condenada al fracaso, y provocará sólo el desinterés. Sugiere apoyarse
particularmente sobre el potencial que entrevé en el uso de los videojuegos en
contexto de aprendizaje. Pone de relieve su capacidad de motivar al joven, y
hacerlo activo aprovechando un modo de aprendizaje que refuerza la autonomía y
el pensamiento reflexivo. Más generalmente, subraya la necesidad para la
institución escolar de abrirse a formas de aprendizaje informal, y propone
reformar la pedagogía vigente en las escuelas desarrollando un entorno de
aprendizaje más motivador y acorde con las capacidades de esta nueva
generación.
También plantea repensar la currícula
conservando solamente lo que es útil, y asociar al futuro las temáticas y
conocimientos.
No se trata de cambiar solamente
temas y contenidos, tendiendo a espacios multimedia, sino la forma de
abordarlos, presentarlos y dinamizarlos. No debemos caer en el error de suponer
que el único lenguaje del aprendizaje es el que monopolizamos los inmigrantes
digitales y, por el contrario, teniendo cierta apertura de miras debemos
considerar esos nuevos lenguajes derivados del uso de los ordenadores, Internet
y los videojuegos.
Respecto a los contenidos, las
líneas básicas de adaptación deben tener en cuenta y ponerse en práctica con el
objetivo de aprovechar el conocimiento colectivo. El desarrollo y explotación
del conocimiento colectivo es uno de los logros más destacados de la denominada
Web 2.0 y se logra gracias a las siguientes acciones:
Crear contenidos por parte de los
usuarios, acceder a la información existente, reflexionar y llegar a
conclusiones para posteriormente plasmarlas en contenidos de producción propia
(blogs y wikis). Los usuarios registran su conocimiento y crean nueva
información.
• Compartir objetos digitales
(vídeos, fotografías, documentos, enlaces favoritos,…).
• Recopilar información:
clasificar, estandarizar, comentar, valorar/puntuar (“rating”), etiquetar
(“tagging”) y actualizar contenidos digitales existentes.
·
Incorporar el video como formato de
comunicación.
• Usar el trabajo colaborativo
para la creación de nuevos recursos de conocimiento.
• Otras acciones
socio-colaborativas.
El nuevo rol del educador:
En este nuevo escenario el educador
debe modificar su rol en el proceso de aprendizaje, convirtiéndose en el
organizador de la interacción entre los estudiantes y los objetos de
conocimiento, en el generador de interrogantes, estimulando permanentemente a
los alumnos en la iniciativa y en el aprendizaje activo con creación,
comunicación y participación. Debe guiar los procesos de búsqueda, análisis,
selección, interpretación, síntesis y difusión de la información.
Toda esta evolución podría
resumirse en el siguiente esquema comparativo de entornos de aprendizaje.
Entornos de aprendizaje.
|
Modelo Clásico
|
Nuevo Modelo
|
|
Conocimiento y aprendizaje
|
Estructurado, controlado
|
Adaptable, dinámico
|
|
Teoría de aprendizaje
|
Conductismo, cognitivismo
|
Constructivismo social, colectivismo
|
|
Comunicación
|
Uno a muchos
|
Muchos a muchos
|
|
Pedagogía
|
Aprendizaje lineal
|
Nuevos ambientes
|
|
Enseñanza memorística
|
Construcción social del conocimiento
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Centrado en el profesor/contenido
|
Centrado en el desarrollo del alumno
|
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Gestionado por el profesor
|
Gestionado por el alumno
|
||
Educador transmisor
|
Educador mediador
|
||
Organizado en clases y asignaturas
|
Basado en actividades y experiencias
|
||
Competición e individualismo
|
Participación y colaboración
|
García, Portillo, Romo y Benito plantean un modelo típico de
construcción cooperativa del conocimiento con los siguientes pasos que forman
el proceso formativo:
1. Búsqueda de información en la web.
2. Diálogo, análisis y reflexión compartida en clase.
3. Trabajo individual.
4. Selección y clasificación de material teórico.
5. Producción de nuevos materiales.
6. Simulación práctica.
7. Exposición de los materiales para valoración grupal.
8. Evaluación.
9. Difusión de los
resultados.
Marcela Momberg comparte su
experiencia educativa y enumera una serie de vías de acercamiento que en su
caso han sido exitosas:
1.- Creación de un blog comunitario, suelo
usar wordpress, permitiendo que mis alumnos puedan libremente levantar
comentarios, los que son validados por sus compañeros.
2.- Creación de un canal Youtube
personalizado: donde se suben videos interesantes que se encuentran en la web y
las creaciones originales de ellos. No sólo aprenden de manera entretenida sino
que también generamos un aprendizaje colaborativo.
3.-Generar un directorio digital de fuentes
confiables: Uno de los grandes desafíos de los educadores está en cómo guiar,
orientar a nuestros alumnos en la gigantesca nube de conocimientos, imágenes,
videos que se crean continuamente.
4.- Uso de redes sociales en el
proceso de aprendizaje: Sea la red que elijan, Twitter, Facebook, Tuenti,
Pinterest, Instagram, lo fundamental es la interacción constante con nuestros
alumnos y apoderados (suelo incorporarlos siempre).
3.
Líneas
de acción para padres.
Los padres de niños y
adolescentes se están cuestionando en estos días. ¿Cuánto tiempo pueden o deben
permanecer delante de la pantalla? ¿Debo o no debo revisar sus e-mails? ¿Cómo
controlo que no vean pornografía? ; entre otras cuestiones vinculadas a la
tecnología y el ciber espacio.
Jordi Busquet, sociólogo y
principal investigador de un reciente estudio sobre la brecha digital entre
adultos y adolescentes ha recomendado que lo óptimo es que los adultos
“acompañen” a los jóvenes, aunque les pueda resultar difícil, puesto que el
miedo y la prohibición no ayudan a los adolescentes, quienes pueden perder la
confianza en los padres y camuflarse casos más graves como el asedio, que
también han detectado.
Lo primero que habría que afirmar
es que ya no es posible y ni siquiera deseable pretender que los hijos vivan
alejados de la tecnología, pero donde debemos cuidar los excesos y
comportamientos inadecuados en este ámbito.
Roberto Balaguer y Cristina
Canoura explican en su libro que muchos de los juegos que se juegan a través de
internet exigen el desarrollo de habilidades que serán necesarias en la vida
adulta y que desde ese punto de vista son positivos para los chicos y que por
otro lado las tecnologías permiten socializar a chicos que de repente son muy
tímidos y en otros ámbitos quedan completamente excluidos.
Como ellos mismos dicen “Queremos
acercarles orientaciones, criterios, pautas y también direcciones de sitios en
los que puedan profundizar para sentirse más seguros en su rol de padres de
nativos digitales”. Entre sus pautas útiles destacan:
-Explicita que no todos los contactos en línea
son confiables, aunque lo parezcan.
-Enseñarles y recordarles que no deben dar
ningún tipo de dato personal o familiar a través de la red a un desconocido y
mucho menos a quien se muestre insistente.
-Enseñarles a proteger su información personal
y familiar con el uso de contraseñas seguras y a no suscribirse a sitios sin
permiso de los padres.
-Enseñarles a no publicar fotografías en
lugares públicos.
-Chequear en conjunto los criterios que
utilizan ellos y sus pares para admitir nuevos contactos en las redes sociales
y discutir al respecto.
-Hacerles saber que no pueden programar
encuentros cara a cara y que en caso de hacerlo deben elegir un lugar público y
pedir que alguien los acompañe.
Un aspecto no menor a tener en cuenta es que
señalan que estudios internacionales concluyen que los niños más vulnerables
desde el punto de vista sicológico, social y familiar son también los más
vulnerables en internet. Esto implica que muchos de los recaudos que tomamos en
la educación en general de los chicos serán útiles a la hora en que éstos se
enfrenten a la tecnología.
Alertan sobre el hecho de que somos los
adultos quienes tenemos que evitar que la computadora se transforme en niñera
digital y que esta no debería ubicarse en el dormitorio de los chicos sino
preferentemente en un lugar de circulación de la casa, aún que quede
antiestético.
Sobre la “adicción” que generan los
videojuegos explican que “la sensación de dominar la situación, el sentimiento
de éxito resulta fundamental para que niños y adolescentes se enganchen.
Señalan que los videojuegos están basados en sistemas muy bien pensados de
recompensas y gratificaciones escalonadas según la experiencia del jugador. De
esta forma, logran mantener siempre la atención y la motivación.
El psiquiatra francés Serge
Tisseron, director de investigaciones de la Universidad de París Ouest
Nanterre, ha propuesto la Regla 3-6-9-12
para orientar a los padres respecto al uso adecuado de la tecnología según la
edad de los hijos y cuyos criterios han sido divulgados por la Asociación
Francesa de Pediatría Ambulatoria (AFPA). Los puntos son los siguientes:
1. Evitar las pantallas antes de los 3 años. El
niño menor de 3 años no gana nada al exponerlo con frecuencia a las pantallas.
2. No utilizar consolas de juegos portátiles
antes de los 6 años. Los videojuegos acaparan toda su atención en detrimento de
otras actividades como la lectura, los juegos al aire libre e incluso el tiempo
que pasa con sus amigos, sus papás y sus hermanos.
3. Nada de Internet antes de los 9 años y
cuando deba ingresar estar acompañado de un maestro o de los papás quienes
deben explicarles las tres reglas básicas del uso de Internet. Todo lo que se
publica allí puede caer en el dominio público; todo lo que se sube a Internet
quedará allí eternamente, y no todo lo que se encuentra allí es de fiar, por lo
que deben consultarse otras fuentes porque no siempre es verdadera la información
que se publica en la Red.
4. Internet sólo a partir de los 12 años. Los
chicos podrán ingresar solos a partir de esa edad, pero su utilización debe ser
con prudencia, los padres deben acompañarlo y definir reglas de uso, horarios y
utilizar controles parentales.
Estos criterios son una excelente guía para
aplicar de acuerdo con las edades de los hijos. Pero no son la única solución,
muy importante es que los padres busquen alternativas para el uso del tiempo
libre, de modo que los hijos estén ocupados en muchas otras cosas y la
tecnología no acapare toda su atención. ¿De qué le sirve a un niño estar tres o
cuatro horas dedicado sólo a ver fotos o a chatear en Facebook? Podría aprender
un idioma o leer un buen libro, deportes al aire libre, leer, cocinar, los
juegos de mesa, actividades de servicio social, etc.
En síntesis podríamos citar algunos
principios a los que deben recurrir los padres para facultar a sus hijos en el
buen uso y manejo de las diferentes posibilidades que ofrece la web.
1. Tomar parte activa. Es frecuente encontrar que algunos padres se
consideren “invalidados” en estos temas de tecnología y se escuden en pretextos
facilistas como por ejemplo que nacieron en otra época o que nunca podrán
lograr el conocimiento que tienen los chicos de hoy. Esta actitud pasiva puede
conducir a riesgos inevitables que lamentarán más tarde, pues dejar solos a los
hijos en este camino, es un gran error. Urge
que los padres se empapen de todo este universo virtual, que conozcan en cabeza
propia qué es un chat, una red social, un correo sospechoso, un juego on-line
que parece confiable pero que lleva a insinuaciones nocivas, una página web
pornográfica que aparece en medio de una sana búsqueda de una tarea escolar.
Recordemos que hay tantos peligros en las calles, como en las computadoras. Por
eso no está de más actualizarnos en el uso de filtros y bloqueos que garanticen
que nuestros hijos no tengan acceso a determinadas páginas.
2. Llegar a tiempo. Los padres sabemos que hay temas “obligados”
en la formación de los hijos (educación sexual, drogas, alcohol, amigos,
proyecto de vida, etc.) en los cuales somos los primeros educadores. Pero el
uso de las nuevas tecnologías también ha tomado un lugar en este grupo de
conversaciones que requieren abordarse a tiempo. No es la intención demonizar ni tachar de
maléficas las herramientas tecnológicas, pues queramos o no, éstas hacen parte
de su vida y en la actualidad, también de la nuestra, con todos los beneficios
que esto representa. Lo que se debe hacer, es presentar a los hijos el
repertorio de situaciones con las que pueden toparse en la web y ponerlos en situación
de “pensar” qué podrían hacer o como deberían actuar, para juntos establecer
pautas. Lo anterior es saludable porque no sólo los entrena gradualmente en la
toma de decisiones y de postura crítica frente al ambiente, sino que les hace
saber que no están solos, que los padres estamos ahí para acompañarlos, antes
de que ellos se vean envueltos en situaciones que no tienen la madurez para
resolver.
3. Mejor educar que prohibir. Lo prohibido se convierte en tentación; es una
realidad irrefutable. Además sería ilógico y contraproducente prohibir el uso
de la computadora a un niño en pleno siglo XXI, cuando son tan estupendas las
posibilidades que brindan las nuevas tecnologías. Lo anterior saca de nuevo a relucir la
importancia de “educar” en el uso de estos medios, de brindarles a los hijos el
acompañamiento y los instrumentos necesarios para hacer de la tecnología una
aliada de la formación y del sano esparcimiento.
4. Lo bueno y lo malo en el
mundo real, también lo es en el mundo virtual. Esto es obvio, porque el internet al ser una
invención humana tiene todo lo bueno y lo malo que ha producido la humanidad.
En este punto podemos apoyarnos en una de las armas educativas más poderosas
que tenemos y que tienen nuestros hijos, que es la conciencia. Esa voz interior
que nos dice que algo está bien o mal. La
privacidad y el derecho a la intimidad por ejemplo, son válidos en lo real y en
lo digital. ¡Internet sí que tiene memoria! Todos sabemos que difícilmente se
borra lo que allí queda consignado sobre una persona. El mismo criterio se aplica a la correcta
expresión de nuestras ideas y a todo lo que tenga que ver con nuestra libertad
personal. Al igual que en el mundo real, las apariencias en la red pueden ser
engañosas, aunque más difíciles de desenmascarar. Hay que explicar a los hijos
que muchas veces creemos que el mundo virtual ofrece libertades personales que
no se pueden tener en el mundo real, como es mentir acerca de la identidad,
pero en últimas, al igual que en la vida real… ¿Quién engaña a quien? ¿Son esas
las relaciones personales que gratifican y que te hacen mejor persona?
5. Enseñar el concepto de
privacidad y el cuidado de sí mismo. Además de tomar medidas en casa para controlar
el uso de la computadora, y de no ubicar estos aparatos dentro de las
habitaciones de los niños, se debe educar en valores y virtudes que harán de
los hijos personas maduras y autónomas, pues está claro que los padres no
pueden estar controlando qué hacen sus hijos en todo momento. Un claro concepto
de la privacidad, del pudor y del cuidado de sí mismo, son claves para que los
hijos aprendan a desarrollar su criterio propio. La meta es lograr que los hijos puedan
identificar cuándo hay una situación de riesgo y el momento de abandonar esa
conversación o esa acción perjudicial.
6. Promover la autoestima. Estimular en los niños la autoestima, les
ayuda a tomar decisiones asertivas, a desenvolverse con seguridad, a expresar
adecuadamente sus sentimientos, a tener el valor suficiente para enfrentar
dificultades; todo esto hace que disminuyan las probabilidades de caer en
circunstancias adversas. La seguridad en
sí mismo y la propia valoración se logran entre otras, gracias al ambiente familiar
positivo y sólido en el que se desarrollen los seres humanos.
7. Generar confianza y vías de
comunicación. Para finalizar, uno de
los principios cardinales en la educación: el diálogo. Nada más fructuoso que
una relación de confianza entre padres e hijos, que goce de líneas abiertas de
comunicación, de forma que cuando algo ocurra, los hijos tengan pleno acceso a
sus padres. Cuando los niños callan,
puede deberse a la falta de confianza que hay en la relación con sus padres o
al temor de recibir reproches, en lugar de amor y comprensión.
4.
Bibliografìa:
·
Balaguer y Canoura, Hiper Conectados: Guía para la educación de los nativos digitales. Aguilar.
·
Felipe García, Javier Portillo, Jesús Romo,
Manuel Benito .Nativos digitales y
modelos de aprendizaje. Universidad de País Vasco / Euskal Herriko
Unibertsitatea (UPV/EHU). Disponible en: http://spdece07.ehu.es/actas/Garcia.pdf
·
Los siete principios para educar a los hijos en
el uso de las tecnologìas. Disponible en: http://www.lafamilia.info/